Apio Ludd

extraído y digitalizado desde Egoísmo (Parte 2) Recopilación de textos de Apio Ludd por Lapislázuli




“He basado mi causa en nada.”
–Max Stirner


“Soy un individualista porque soy anarquista; y soy anarquista porque
soy un nihilista. Pero también entiendo el nihilismo a mi manera.”
–Renzo Novatore


El nihilismo se ha puesto de moda recientemente en ciertos círculos antiestatales y antiautoritarios. Hay comunistas nihilistas, egoístas nihilistas, nihilistas homosexuales, y quién sabe cuántos más. La ambigüedad de la palabra permite a personas con puntos de vista muy diferentes aferrarse a ella por sus propios motivos.

Lo que puedo entender del nihilismo de Frére Dupont y sus camaradas comunistas nihilistas es lo que Nietzsche llamó “nihilismo pasivo”. En otras palabras, es una excusa para no hacer nada. Dado que yo no estoy motivado por la culpa ni por una causa, no entiendo esta necesidad de dar una excusa, sino que a cada uno… lo suyo (no me disculpo hacia los comunistillas por esta actitud tan in-comunista).


Los egoístas nihilistas y los nihilistas homosexuales, por otro lado, persiguen un nihilismo activo. ¡Pero demonios!, algunos de ellos llegan a ser unos sermoneadores a veces, ¡y no me gustan los sermones! El sermón no es la forma de expresar el disfrute que encuentro en mi vida y en mi lucha por hacerla mía contra cualquier autoridad y regla, más bien sirve para evangelizar y emitir juicios. Entonces, con
mi nihilismo, intento aniquilar el evangelismo y el juicio junto con toda forma de autoridad, a las cuales éstos sirven tan bien.

Entonces, sí, yo también soy un nihilista. Después de todo, soy anarquista, y la palabra anarquismo es una palabra de negación: ningún gobernante, ningún gobierno, ninguna autoridad… Y yo soy un egoísta. Yo “baso mi causa en nada”, tal como lo expresó muy bien alguien hace mucho tiempo. Pero mi nihilismo es una parte tan importante de mi egoísmo anárquico (y la palabra en sí misma, como dije, es tan ambigua) que no siento la necesidad de proclamarlo, especialmente porque muchos de los que se llaman a sí mismos nihilistas ahora parecen carecer de cualquier goce al vivir. Su negación parece no ser tanto un impulso para aniquilar lo que se interpone en el camino de la creación de sus vidas en sus propios términos, sino más bien una especie de suicidio a cámara lenta destinado a llevarse consigo todo lo que puedan. Ciertamente ese es un camino que puede tomar un rebelde, y puedo entender ese camino. Pero no es mi camino (al menos no todavía; ¡todavía estoy demasiado lleno de la pasión por la vida!). Y cuando tal camino viene con sermones, escucho a los predicadores de la muerte, incluso aunque todavía no estén vociferando: “¡Larga vida a la muerte!”

Stirner explica la “nada” del egoísta: “No soy la nada en el sentido de vacío, sino que soy la nada creadora, la nada de la que yo mismo creo todo como creador”. La aniquilación y la destrucción que llevo a cabo como un egoísta es una destrucción creativa; es una parte esencial de cómo me creo a mí y a mi mundo, y ese es un proceso continuo.

Creo que una de las razones por las que la etiqueta nihilista se ha puesto de moda ahora es el pesimismo que la actualidad social, económica, ecológica, emocional e intelectual ha puesto de manifesto en las personas. Si pienso acerca del futuro, también puedo ser pesimista, pero no vivo en el futuro y no baso mi vida en ese concepto. Aún así, mi actitud también podría verse como una especie de pesimismo. Pero como decía Renzo Novatore, “el mío es un pesimismo entusiasta y dionisíaco, como una llama que incendia mi exuberancia vital, que se burla de cualquier prisión teórica, científca y moral… no renuncio a la vida. La gozo.”

En lugar de llamarme nihilista (y esto es simplemente una elección de etiquetas), prefero decir que soy un aniquilador, un negador. No creo en “nada” ni predico “la nada”. En vez de eso aniquilo activamente lo que se interpone en el camino de mi propia auto-creación. Mis actos de negación son afrmaciones de mi pasión por la vida y del disfrute que encuentro en la lucha por hacerla mía.

Mi auto-creación inevitablemente destruye ideologías e instituciones, conceptos y relaciones sociales. Al crearme a mí mismo, soy un destructor de mundos. Pero al mismo tiempo, también soy un creador de mundos. Así que, para mí, el nihilismo es meramente una herramienta para mi creación, una herramienta para mi feroz y ardiente disfrute.


[Publicado en el
número 13 (mayo, 2014) de la publicación “My Own”]

 

2 comentarios sobre “Demasiado de nada – Apio Ludd

  1. Hola, queria decir que hace algunos dias vi que el texto tiene un error ya que a la mitad del cuarto parrafo continua como el texto anterior que subieron a la pagina «el acto mas autoriatario». Pasaron varios dias y vi que seguia igual.
    Saludos

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    1. ¡Gracias por la revisión! fue error de nuestra parte en la digitalización. Ya ha sido arreglado.
      Saludos

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